DUSSEL, E. (2020). Siete ensayos de filosofía de la liberación. Hacia una fundamentación del giro decolonial. Madrid: Trotta, pp.176.
El libro contiene siete trabajos del filósofo Enrique Dussel escritos entre 2015 y 2018. Se trata de ponencias presentadas en encuentros académicos y un par de artículos publicados en otros registros. Contiene temas ya profusamente estudiados por el autor (ética, política, Marx y la Modernidad), pero también cuenta con formulaciones novedosas de dos temáticas: una serie de hipótesis para una “estética de la liberación” (de la que ahora se espera el libro 18 tesis de estética de la liberación) y la indicación inicial de una “lógica analéctica de la liberación”.
El primer capítulo “Las tres configuraciones del proceso de la política de la liberación” es una indicación de las problemáticas tratadas en el tomo iii de Política de la liberación, publicado en 2022. La intención de Dussel es posicionarse frente a las perspectivas anarquizantes y “posmodernas” de cierta izquierda contemporánea dado el presente contexto de una “larga etapa de transición a una sociedad transcapitalista y transliberal” (p. 22). Según Dussel, la filosofía política del Sur geopolítico, tal como el proyecto de la Política de la liberación, comprende la necesidad normativa y fáctica de los “procesos intermedios de formación de nuevos cuadros, de nuevas instituciones, de nuevo Estado” (p. 22). La tesis central es que los “momentos” o “configuraciones” diacrónicas de lo político son tres: a) la afirmación de la “Totalidad vigente”; b) la “ruptura mesiánica” o crítica negativa y c) la “creatividad del nuevo orden” o crítica positiva. El ensayo se concentra en la indicación categorial de las etapas de los momentos de la crítica y las ilustra históricamente con la experiencia teórica y práctica de Lenin durante la revolución rusa.
El segundo capítulo “Crítica a las muchas modernidades. Un diálogo Sur-Sur” corresponde a una ponencia presentada en Rabat, Marruecos, a propósito de un debate sobre el concepto de Modernidad defendido por el filósofo islámico Taha Abdurrahman. La problemática consiste en la pregunta por el estatuto ontológico de la Modernidad y las consecuencias éticas, políticas y culturales que se desprenden de dicho estatuto. Dussel resume la postura de Abdurrahman de la siguiente manera: “Propone la hipótesis de pensar como necesaria no una Modernidad, la europea, sino múltiples Modernities, negando así la pretensión europea de excluir a otras culturas de la posibilidad de crear también sus respectivas modernidades” (p. 26). La Modernidad en interpretación de Abdurrahman sugiere un concepto universal abstracto a priori que, merced a tal condición, es plausible de “aplicar” a posteriori en el nivel de la realidad histórica. La postura de Dussel es contraria. Define la Modernidad como un hecho histórico singular e irrepetible que, por tanto, “no es posible imitar, aplicar o desarrollar” en otras culturas. No se trata de una esencia, sino de un proceso histórico concreto de matriz europea: “El origen de la única e inimitable Modernidad fue resultado de la apertura al océano Atlántico de Europa” (p. 29). La conclusión ético-política de Dussel es que no habría que apostar por la construcción de Modernidades alternativas, sino una ruta alternativa “más allá del horizonte de la Modernidad” (p. 32).
El tercer capítulo “Ética del discurso y ética de la liberación. Diálogo Norte-Sur” corresponde a una ponencia presentada en un curso de la unam en febrero de 2018. Dussel hace un breve recuento sobre el contenido de los diálogos argumentativos sostenidos con Karl-Otto Apel desde 1979, particularmente, enfatizando el sentido que guardaron para la “arquitectónica” de su Ética de la liberación de 1998. Expone de manera sintética el trayecto de la filosofía de la liberación con los debates de la ética del discurso en cinco momentos cronológico-categoriales. El primer momento corresponde a la integración de los avances tanto del “giro lingüístico” como del “giro pragmático” en el horizonte teórico-metodológico de la ética de la liberación, prominentemente “fenomenológico existencial” hasta fines de los años setenta. El segundo momento plantea una hipótesis sobre la limitación de la ética del discurso en el ámbito de la “comunidad de comunicación” del lenguaje, se sugiere que esta debe articularse a una “comunidad de vida” del trabajo. El tercer momento argumenta a favor de una fundamentación de la ética en varios principios y no solo en el principio formal procedimental, sobre todo, se postula un “principio material de toda ética posible” en calidad de criterio crítico y de justicia. El cuarto momento señala la limitación crítica de Apel y Habermas en cuanto su teoría moral formal no les permite caer en la cuenta de la alteridad de “el Otro” y la negatividad corporal-material de los “oprimidos” del sistema. Y el quinto momento corresponde a la “subsunción” de la ética del discurso por la ética de la liberación merced a la mutua co-determinación de los principios material, formal y de factibilidad.
El cuarto capítulo “Analogía y comunicación. Hacia una lógica de la filosofía de la liberación” corresponde a una ponencia presentada en Pozdam, Polonia, dentro del marco del I Congreso Mundial de Analogía de 2017. Dussel elabora una síntesis sobre el sentido metódico, hermenéutico y dialógico implicado en su “lógica de la analogía”. Brinda definiciones filosóficas estrictas a las categorías de “semejanza”, “distinción”, “pluriversidad”, “analógico” y “polisémico” en oposición a las categorías clásicas de “identidad”, “diferencia”, “universalidad”, “unívoco” y “equívoco”. La tesis central es la siguiente: entre la univocidad y la equivocidad “debemos situar el uso de la analogía que hace referencia a una razón comunicativa que permita mayor flexibilidad, riqueza de contenido y posibilidad de entablar un diálogo entre mundos o realidades humanas”, es “el polisémico ámbito analógico de la semejanza que permite un consenso o acuerdo que sin embargo admite el respeto tolerante de la comprensión por distinción analógica del Otro/a” (p. 54). Dussel explora la raíz histórico-filosófica de la analogía y el descuido que tuvo en la Modernidad y por el “giro lingüístico”; propone rescatar una “analogía de la palabra” —Schelling— situada antropológicamente y conducida hacia una “fusión de horizontes” —Gadamer—; y afirma una “analogía de la fe” —Levinas— desde la responsabilidad ética para con el Otro. Posteriormente, procede a ejemplificar las virtudes de la lógica de la analogía al examinar la realidad polisémica del concepto de “pueblo”; el papel que juega en la toma de acuerdos racionales a través del “diálogo intercultural”; y las capacidades prácticas que guarda para la construcción del proyecto de la “Transmodernidad”.
El quinto capítulo “El Marx del ‘segundo siglo’” corresponde a un artículo publicado en Cuadernos de Formación y Participación Política en 2018. Sin lugar a duda, podría calificarse como una buena introducción a la tetralogía dusseliana sobre las “cuatro redacciones” de El capital de Marx. Por un lado, Dussel presenta las claves hermenéuticas de su periodo de estudios marxianos: la afirmación de una continuidad del pensamiento marxiano “utilizando siempre a Hegel contra Hegel”; el descubrimiento de una “presencia del pensamiento semita”; y la postulación de la noción de “comunidad viviente” como “horizonte metafísico y práctico de comprensión”. Por otro lado, presenta los efectos interpretativos de tal proceder filosófico-hermenéutico: la postulación del “trabajo vivo” como categoría fundacional del Marx maduro; la afirmación de un estatuto meta-físico, creacionista y, al mismo tiempo, materialista en la crítica marxiana del capitalismo; el desarrollo de la “teoría de la dependencia” a partir de la cuestión de la “transferencia de plusvalor”; y la afirmación de El capital como una ética crítica de la moral burguesa. A juicio de Dussel, el siglo xxi es el “segundo siglo” de las interpretaciones creativas de la obra de Marx, es decir, de estudios elaborados por fuera de los esquemas mecanicistas, economicistas y seculares del marxismo típico del siglo xx.
El sexto capítulo “La crítica de la teología como crítica de la política” corresponde al Prólogo de la nueva edición mexicana de Las metáforas teológicas de Marx. Dussel intenta mostrar las posibilidades hermenéuticas del discurso teológico para el desarrollo del pensamiento crítico. Para ello plantea una serie de relaciones y contradicciones entre el cristianismo y la economía a través de los escritos de Marx. La tesis de Dussel es que la conocida expresión del joven Marx sobre la “crítica de la teología” corresponde a una “crítica teológica como retorno mesiánico a los orígenes [del cristianismo], que en América Latina ha realizado la Teología de la Liberación” (p. 130). Propone una distinción entre el momento crítico de la teología y la economía —la “religión cristiana crítica originaria” y la “crítica de la economía política”, respectivamente— y el momento fetichista de las mismas —la “cristiandad medieval” y la “ciencia económica burguesa”. La conclusión es que el “cristianismo crítico” reconoce una contradicción entre sus convicciones ético-teológicas y la dinámica estructural del capitalismo; mientras que el “cristianismo invertido” o “cristiandad” procura la dinámica de acumulación del capital sin mea culpa.
Finalmente, el séptimo capítulo “Siete hipótesis para una estética de la liberación” corresponde a una exposición dada en la Facultad de Artes de la Universidad Nacional de Chile en agosto de 2017. El objetivo de las hipótesis es mostrar que: “La estética de la liberación constituye ante todo la interpretación de toda la estética desde el criterio de la vida (como belleza o bioestética) y de la muerte (como criterio de la fealdad o necroestética)” (p. 143). Dussel comienza el planteamiento de la estética desde su característico horizonte fenomenológico existencial donde describe el origen ontológico de la estética como “aísthesis” [H 1]. Luego, desarrolla el carácter “cultural” de la estética en distintos “subcampos” estéticos [H 2]; y establece la distinción categorial entre la mencionada apertura ontológica de la “aísthesis” y la realidad óntica de la “poiesis” de las obras de arte [H 3]. Ya en un plano menos fenomenológico, plantea la “dimensión ético política” de la estética a través la “estética obedencial”, “potentia aesthetica” y “principios crítico-estéticos” [H 4]; y señala la historia del “esteticidio” de la cultura popular del mundo colonial por la “estética eurocéntrica” de la Modernidad [H 5]. Por último, plantea su propuesta de una “descolonización de la estética” y una “estética de la liberación” como momentos negativo y positivo de un camino estético alternativo y comunitario [H 6]; y plantea un modo de sistematización de la estética en una serie de cruces con: a) el campo teórico, b) el campo técnico-productivo y c) los campos prácticos [H 7]. Dussel finaliza sus hipótesis señalando que el límite de la estética es la experiencia de “lo místico”, esto es, la “contemplación emotiva” de una “subjetividad estática” donde sólo cabe estar-ahí, sin palabras.
En resumen, Siete ensayos sobre la filosofía de la liberación es un texto quizá no para iniciarse en el estudio puntual del pensamiento de Enrique Dussel, pero sin duda sí para conocer la amplitud temática de dicho pensamiento. Para quienes tienen ya un interés formado en la obra dusseliana, dicho libro representa un material novedoso en términos teóricos ya que se adelantan contenidos categoriales del tomo iii de Política de la liberación, algunas líneas iniciales sobre la analogía como “lógica de la filosofía de la liberación” y una serie de hipótesis sobre la “estética de la liberación”.
José Francisco Desentis Torres
Doctorando del Programa de Posgrado en Estudios Latinoamericanos
Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Email: f.desentis08@gmail.com
ORCID: https://orcid.org/0000-0002-3070-2578